Si eres de las personas a las que les gusta o llama la atención escribir, aquí te traigo unos consejos de escritura que he puesto en práctica y me han resultado de maravilla. ¡Ojo! No soy escritora ni he publicado siquiera un libro, simplemente me gusta escribir y por qué no, algún día tener mi libro. Mi proceso no fue sencillo. Intenté varios métodos y fallé en algunos, y aunque todo se trate de constancia y dedicación, hay otros factores que son influyentes.
¿Dónde escribo?
La primera de todas las preguntas. Quiero escribir, hay ideas fluyendo en mi mente que quieren salir, pero ¿Dónde puedo plasmarlas? Fácil, existen infinidades de herramientas para poder escribir nuestras ideas. Hay quienes prefieren las herramientas tecnológicas y quienes emplean métodos “a la antigua” como el lápiz y papel. A mí me va súper con el lápiz y papel. Pero ¿por qué, si tienes un computador y estamos en pleno 2020? Aquí te cuento: intenté con el computador escribiendo en Microsoft Word y a mí, en lo personal, no me funcionó. Sentía el equipo como un objeto muy impersonal, como habitualmente lo uso para el trabajo, la inspiración me bajaba a cero porque me hacía pensar en el trabajo. También intenté con apps de escritura en el teléfono y son geniales, pero el método del lápiz y papel es mi favorito. ¿Por qué? Logro desconectar de las pantallas, mi inspiración sube al máximo, me concentro y cuido cada trazo en vez de pulsar teclas, y es más tangible – para mí-. Me gusta pasar las páginas y sentir después cada trazo como de un libro se tratase. Además, ¡la libreta me puede acompañar a todos lados, nunca se le acabará la batería o se dañará!
Sin embargo, yo te aliento a probar cada método: computador/portátil, tablet/teléfono, papel y lápiz y quedarte con el que más te haga sentir mejor. Como todo, mi libreta y lápiz tienen sus desventajas: la mayor de ellas es que luego para transcribir todo al computador será un trabajo arduo, pero, aun así, me encanta este método para escribir.
¿Por dónde empiezo?
Una de las cosas más difíciles es por dónde empezar. Tienes la idea, pero no sabes cómo darle inicio. Yo te aconsejo que no importa por donde empieces, pero empieces –por el final, por el medio, por un diálogo o un párrafo cualquiera-. La escritura no es un proceso lineal. Si bien hay que mantener una secuencia lógica, da igual empezar por el final porque por ahora es lo único que sabes de tu historia (por ejemplo). Lo importante es empezar a plasmar las ideas para que no se te olviden y luego empezarán a adquirir forma. Tampoco te condiciones a escribir perfecto. Tus historias pueden ir mejorando y enriqueciendo en cuanto a narrativa, léxico, descripciones y diálogos en cada revisión. ¡Aquí lo importante es que escribas!
No te compares
Muchas veces saboteamos nuestros anhelos por compararnos con otras personas. Nos cohibimos de escribir porque no lo hacemos como George R.R. Martin o como Pablo Neruda y nos da vergüenza mostrar lo que escribimos y lo que no sabemos es que ¡le puede encantar a todo el mundo! Me imagino que ellos atravesaron un largo proceso de aprendizaje y sus primeros escritos no eran los más perfectos, pero no se rindieron y hoy por hoy son grandes escritores. Prepárate y escribe, ensaya y equivócate, todo es parte del aprendizaje.
Investiga
Si tienes tu idea en mente y comenzaste a plasmarla, investigar y leer hechos puede ayudarte a llenar algunos vacíos argumentales y datos sobre objetos, cosas o situaciones históricas. No tienes que ser un experto en algo para poder escribir sobre ello, pero si debes tener conocimientos. Si bien puedes estar escribiendo una novela de ciencia ficción donde nada de nuestro mundo real tiene cabida, siempre hay datos que es bueno conocerlos porque nos pueden ayudar a dar solidez a nuestro escrito. Recuerda, miles de lectores se harán con tu novela una vez publicada y tienes que ofrecerles algo verdadero, aunque se trate de lo más descabellado del mundo.
¿Debo tener un horario?
El horario tiene sus ventajas y también sus desventajas. La mayoría de nosotros tiene sus responsabilidades como el estudio, trabajo o familia y nuestro día está ocupado en estas obligaciones dejándonos un corto tiempo para descansar, divertirnos o escribir. Hay quienes son súper organizados y para todo tienen un horario y otros, como yo, que no tiene horario para escribir. Crear el hábito es importante, diariamente debemos concentrarnos en escribir 100 palabras como mínimo y trazarnos la meta de producir a diario, porque así es como mantendremos frescas las ideas y avanzaremos en nuestra creación literaria. Sin embargo, no debemos forzarnos. Si estás muy cansado/a, si nada viene a tu mente, lo mejor es dejarlo por ese día y continuar al siguiente. Nada forzado sale bien y es probable que, por obligarte, crees un texto pobre y sin mucho ingenio, así que escribe en el momento que mejor te convenga, a tu ritmo y sin presiones, pero creando la meta de escribir un mínimo de palabras al día.
Se original
A nadie le gusta leer textos, ver películas o series que se parezcan a otra. Es verdad que ya existe infinidad de ideas plasmadas en papel, que cada vez leemos algo más original que nunca, que probablemente piensen que son pocas las cosas por explorar y no queda más que escribir lo mismo. Te equivocas, a nadie le gusta leer más de lo mismo. Los lectores somos muy críticos en esto, cuando descubrimos un escrito que se parece mucho o se copia de otra idea, nos hace perder las ganas de seguir leyendo y sin duda será un libro que recomendemos, pero para NO leer. Existen tantas situaciones de vida, historias, ¡hasta tus propias experiencias! que pueden ser escritas y convertirse en un texto único e innovador. Todo está en usar la creatividad y tener cuidado, porque nos podemos inspirar en un autor o un libro, pero de ahí a copiar la idea hay un largo camino.
Cuida la ortografía
En este mundo, una parte importante de tu imagen personal es tu ortografía. Una ortografía cuidada significa que prestaste atención al escribir, que sabes cómo se escribe cada palabra y cuidas los ojos de tus lectores. No somos perfectos, a veces yo no sé cómo escribir ciertas palabras, pero ahora es tan fácil aclarar las confusiones googleando la palabra, escribiéndola en Word o en mi teléfono inteligente que ¡ya no es excusa tener mala ortografía! Siempre es importante revisar el texto una vez creado porque podemos tener algunos errores que hemos pasado por alto de ortografía, puntuación o acentuación.
¡A escribir!
Finalmente, llegó el momento de escribir, de hacer fluir tus ideas. No tengas miedo, no pienses que tus ideas son malas, lo importante es que las escribas, seas original y lo hagas con mucho amor y compromiso. Te recuerdo que no soy una escritora de profesión y que no tengo una licenciatura en letras o algo por el estilo. Simplemente soy una lectora y escritora aficionada que está trabajando por cumplir sus sueños, que mediante el ensayo y el error he aprendido muchas cosas y ahora las quiero compartir contigo.
Me encantaría que me dejaras en los comentarios cómo escribes tú, que herramientas usas y qué consejos me darías.
Sin más, te deseo una ¡feliz escritura!
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